No quiero que vean las fotos, quiero que vean los nombres de las personas olvidadas, de aquellos que les lloramos pero que los dejamos al final en una cruz con su nombre, en un ataúd su cuerpo y que sólo sirven para eso, para adornar un lugar con mucho pasto y muchas cruces pero no con aquel ser querido al que ya le dijimos Adiós.
Algún día veré la cruz de mi primo, tal vez algún día lograré entenderla, pero hoy mientras veo las cruces y los abandonos sólo pienso en que él se fue en una caja que no es mi primo y que su cruz no es con quien yo jugué y aún así será lo único que me reitere cada día que él está muerto.
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